Es una enfermedad, que se caracteriza, por alteración en la humectación del ojo, ya sea por falta de cantidad de lágrimas o por falta de calidad. En este último siglo, es una de las patologías, que más ha aumentado su incidencia, debido a que los orígenes son multifactoriales. El uso prolongado de Smartphone, tv, PC y laptops, el aumento de la polución ambiental, la ingestión de alimentos proinflamatorios, ha producido este aumento de la presencia del ojo seco.
Es una inflamación del borde del párpado que, en función del área afectada, se divide en dos tipos: anterior (en la zona más externa, donde nacen las pestañas) o posterior (en la parte interior en contacto con el ojo), que pueden coexistir (blefaritis mixta). En los diferentes casos, puede estar asociada a trastornos de piel, como la rosácea, la dermatitis seborreica o la psoriasis, aunque no siempre es posible identificar su causa.
Se trata de un problema común que afecta a alrededor del 30% de la población y que está relacionado con muchos de los casos de ojo seco, ya que conlleva un empeoramiento de la calidad de la lágrima.
Está provocada, normalmente, por un exceso de grasa o por la proliferación de bacterias. En algunos casos, es consecuencia de infecciones causadas por un microorganismo denominado Demodex.
Una higiene palpebral cuidadosa y regular –del mismo modo que cada día nos lavamos los dientes– ayuda a eliminar el exceso de bacterias y de grasa en los bordes de los párpados y, con ello, disminuye la probabilidad de sufrir esta afección.El tratamiento de la blefaritis se fundamenta en una adecuada higiene palpebral diaria, que es importante llevar a cabo con constancia y de forma correcta para lograr buenos resultados. Esto requiere aplicar compresas calientes sobre los párpados cerrados durante 5 minutos; masajearlos verticalmente (hacia la raíz de las pestañas) para facilitar la salida de bacterias y de grasa y, por último, limpiarlos con solución jabonosa o espumas de limpieza.
En algunos casos de blefaritis puede requerirse tratamiento tópico con colirios antibióticos y/o antiinflamatorios y, adicionalmente para algunos pacientes, existen tratamientos en consulta que pueden mejorar la enfermedad y los problemas asociados de ojo seco:
- Pulsación térmica (Ilux)
- Láser IPL
En gran escala existen dos tipos de Ojo Seco:
- Evaporativo: la lagrimas se evapora más rápido de lo normal, su origen está en el mal funcionamiento de las glándulas sebácea de los parpados, llamadas glándulas de Meibomio, cada vez parpadeamos menos y estas glándulas necesitan del parpadeo, para su excreción (de 14 a 20 por minuto).
- Acuodeficientes: falta de producción lágrimas, debido a un trastorno en la glándula lagrimal (productora del líquido de la lagrima, ubicada en el parpado y orbita, superior y externa). Como consecuencia de una inflamación crónica, como el Síndrome de Sjogren, o enfermedades tiroideas, medicamentos que bloquean su funcionamiento.
Hay que entender que son enfermedades crónicas y permanentes, que el tratamiento busca la estabilización del cuadro y no la cura. Por ello se basa en el uso de las lágrimas artificiales en forma permanente, ya que a una entidad le falta calidad de la lagrima natural y a la otra le falta calidad a la lagrima natural. También en la mayoría de los casos se agregan antinflamatorios.
En la actualidad se emplean tapones, de orificios lagrimales, que obstruyen la evacuación de la lágrima. Estos pueden ser de silicona, de tipo permanente o reabsorbibles, como geles (Ultra Plug, Smart Plug), etc; para los de origen, acuodeficientes. También han aparecido, tratamientos a través de aparatos, como la luz pulsada y luces led con masajeador; estos últimos para los de origen evaporativos.
