Las cataratas son la pérdida de transparencia del cristalino, lente natural que se encuentra dentro del ojo.
A medida que transcurren los años el cristalino debido a su envejecimiento pierde su transparencia lo que se traduce en una disminución de la visión, generando así las cataratas, que no son más que un proceso evolutivo de envejecimiento natural, existen otros tipos como las cataratas como las congénitas (presentes desde el nacimiento), cataratas secundarias a ciertas enfermedades (uveítiso diabetes), medicamentos (corticoides) o traumatismos oculares.
Cuando comienzan las cataratas el paciente presenta:
- Visión borrosa o nublada en visión lejana.
- Deslumbramiento con la luz del sol o focos de los autos a la noche.
- En algunos casos causan miopía, por lo que pueden mejorar la visión cercana.
La observación de las cataratas durante el examen con lámpara de hendidura es importante para valorar la progresión de la catarata de una visita a otra; por otro lado, su tipo y grado de madurez condicionan la elección de la técnica quirúrgica más adecuada para cirugía.
Cuanto más madura es la catarata presenta más riesgos al operarla.
El tratamiento definitivo sigue siendo quirúrgico. La cirugía de las cataratas es en la actualidad un proceso rápido e indoloro, altamente efectivo y con escasos riesgos. La operación consiste en aspirar el contenido del cristalino opacificado y reemplazarlo por una lente intraocular.
Las lentes intraoculares están en constante evolución tecnológica.
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Lentes Intraoculares de Rango Extendido. Ofrecen visión de lejos e intermedia
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Lentes Intraoculares Tóricas. La toricidad se agrega en las diferentes variantes, corrigiendo astigmatismo.
Será el cirujano quien decidirá la mejor opción al elegir la lente después de valorar individualmente cada caso, dependiendo de las expectativas de cada persona y de su condición anatómica.
